Un carnicero estaba trabajando muy ocupado,
cuando ve entrar a su local un perro al que echa de la tienda,
poco después el perro entra nuevamente y esta vez
el carnicero se da cuenta que el perro trae una nota en el hocico que dice:
¿Podría darme una pierna de cordero, por favor?
Lo mira, y ahora tiene un billete de 10 dólares en el hocico,
así que el carnicero asombrado toma el dinero,
mete la pierna de cordero en una bolsa y la coloca en el hocico del perro,
el carnicero impresionado decide cerrar la tienda y seguir al perro,
éste toma una calle hasta un cruce donde se detiene,
deja la bolsa en el suelo y se para en sus patas traseras para presionar el botón de cruce,
una vez que cambia la luz, toma la bolsa, avanza
y llega hasta un paradero de autobuses,
ahí se sienta pacientemente y cuando se aproxima un autobús se para,
mira el número y se vuelve a sentar hasta que llega el autobús adecuado,
entonces toma la bolsa y se sube, ya arriba del autobús
mira por la ventana distraídamente hasta que llegan a un sector de la ciudad
donde toca el timbre y se baja, de ahí llega a una casa,
deja la bolsa en el suelo y con la cabeza
empieza a golpear la puerta un par de veces y como nadie abre la puerta,
da la vuelta a la casa, esta vez golpea una ventana y regresa
nuevamente a la puerta a esperar que abran,
casi inmediatamente aparece un tipo en la puerta que empieza a gritar al perro,
por lo que el carnicero le dice:
¡Pero hombre! ¿Por qué trata así al animal? ¡Es un genio, bien podría salir en la televisión!
A lo que el hombre responde:
¿Genio? ¿Está usted loco? ¡Esta es la segunda vez en esta semana que olvida su llave!
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