DECIR NO, ES BUENO PARA LA SALUD

Son muchas las personas acostumbradas a ceder, a hacer cosas en contra de su voluntad. 
Personas como tú y como yo que, en más de una ocasión han temido decir “no” por no llevar la contraria o por parecer algo egoísta. 
Sin embargo, a largo plazo, esta costumbre nos puede traer consecuencias negativas para nuestra salud.





1. Saber decir NO, es utilizar la inteligencia emocional
Un “no” respetuoso, bien argumentado y en el momento justo, puede ser increíblemente bueno para tu salud. Somos muchas las personas que no nos atrevemos a contrariar a nuestros familiares, amigos y a nuestros superiores en el trabajo. Hacer un favor, cumplir una exigencia, una demanda o satisfacer ese deseo de uno de nuestros amigos es algo que no nos cuesta hacer en un momento dado. Pero ¿Qué ocurre cuando esas demandas atentan contra nuestros propios valores, contra nuestros propios principios y necesidades? Es ahí donde aparece el problema, y debemos darnos cuenta de ello.

Pongamos el ejemplo de ese familiar que siempre demanda nuestros cuidados a pesar de no tener problema alguno. O ese amigo que nos pide favores constantemente, darse cuenta del precio que supone para nosotros la suma. O más aún, piensa en esas parejas exigentes que solo son capaces de percibir su propio universo sin ver a sus compañeros/as; personas tóxicas que nos quitan la energía, el espacio propio e incluso nuestra propia autoestima.

El “no saber decir un NO a tiempo”, acabará trayéndote problemas de estrés, ansiedad y cómo no, una gran frustración. ¿Qué tal si empezamos a reaccionar hoy mismo?

2. Cómo aprender a “decir no” día a día
No es difícil, te lo aseguramos, aprender a decir no es un proceso que podemos comenzar hoy mismo. Se trata de un ejercicio que beneficia nuestra salud, al igual que salir a andar, comer sano y cómo no, cuidar de tu salud emocional. Para ayudarte, te damos unas claves sencillas:

1. Conoce tus límites
Cada uno de nosotros disponemos de una serie de valores y principios propios que nos definen. Puede que seas de esas personas que detestan la falsedad, que valoran la libertad personal, la sinceridad y el respeto. Si tienes una pareja que suele controlarte, que no te permite relacionarte con tus amistades, entonces está enfrentándote con uno de tus valores esenciales; una confrontación que, de la misma forma que las disputas que mantenemos con otros, nos deja una sensación desagradable.

2. Saber decir “no” es un ejercicio diario
Puede que hoy mismo se hayan acercado a ti para venderte algo: un billete de lotería, un perfume, una fruta… puede que no lo quisieras y sin embargo, has acabado comprándolo. No es bueno, porque seguramente después te has sentido mal.

Son cosas insignificantes, lo sabemos, pequeñas cosas que, por así decirlo, ponen a prueba en nuestro carácter. ¿Qué tal si hoy mismo empezamos a hacer lo que verdaderamente queremos? Dentro de unos límites y un equilibrio, es esencial que sepamos defender nuestra propio pensamiento y nuestro propio criterio. Por ejemplo, si hoy no te apetece quedar con esa amiga para ir de compras, dí simplemente la verdad. No tengas miedo de parecer egoísta o desinteresada, diciendo lo que sientes y piensas te mostrarás como una persona íntegra y sincera que vive en equilibrio consigo misma.



3. Conciénciate de que tienes voz, voluntad y derechos
Debemos tenerlo claro, si tememos decir la palabra “no”, acabaremos siendo el títere de terceras personas y no los dueños de nuestro propio destino. ¿Sabes por ejemplo lo que ocurre cuando nos guardamos nuestras propias emociones? Nuestro cuerpo enferma, aparecen las migrañas, los dolores musculares, nos bajan las defensas, nuestro sistema inmunitario enferma, se elevan los niveles de cortisol en sangre y se incrementa el riesgo de ictus y enfermedades cardiovasculares. ¿Vale la pena pues sufrir de esta manera? En absoluto, tenlo claro y atrévete a decir “no” a tiempo.

Pero eso sí, debe ser un no bien argumentado. “No quiero hacer esto porque me hace daño y atenta contra mis valores.” “No puedo permitir que me hagas esto porque me sienta mal, porque baja mi autoestima, porque pienso que estás siendo egoísta conmigo”. No se trata solo de alzar un “no” rotundo y seco, explica donde tienes tus límites.

Si quienes están a tu alrededor conocen aquello que te define, que necesitas, deseas y que no puedes aceptar estarás “marcando un territorio claro” y te respetarán más. Si te callas, bajas la cabeza y cedes, cada día se aprovecharán más de nosotros. Recuerda, un “no” a tiempo hace milagros por tu salud. Por esa salud emocional que todos debemos aprender a desarrollar día a día. Te aseguramos que es fácil y que tú lo mereces, la salud física y emocional se trabaja en cada momento y necesita de tu voluntad y tu determinación.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Podéis comentar y/o sugerir todo lo que os apetezca, siempre manteniendo respeto.

Post nuevo Post antiguo Home